domingo, 24 de junio de 2007

Despilfarro v/s Tacañería! ... cuál es más negativo?

En nuestro diario vivir, nos encontramos con la ardua lucha por tratar de manejar de la forma más correcta, nuestros ingresos y bienes, que a nuestra edad no son de mayor importancia quizás en comparación a un adulto, pero si , son muy importantes para nosotros.
Al momento de plantearme esta disputa entre ambos término encuentro algo que los une completamente; lo cual es la negatividad que producen ambos en una persona.
El despilfarro, por un lado, es el derroche innecesario de nuestros bienes o dineros. Esto nos lleva al gasto desenfrenado de nuestras posesiones, lo cual provoca, que cuando necesitemos realmente dinero, no lo tendremos, debido al despilfarro de éste. Muchas veces la gente, al tener en sus manos por mucho tiempo una cantidad interesante de dinero, es inevitable el no gastar innecesariamente parte de ello, lo cual de cierto modo puede ser razonable, pero el gastar su totalidad, nos lleva a un extremo muy poco beneficioso.
Un claro ejemplo de despilfarro, es el mala utilización del agua en nuestro planeta. Aunque se asegura que el agua será un bien cada día más escaso, una buena parte de quienes disponen de este elemento se empeñan en despilfarrarlo. Si viéramos de golpe los volúmenes de despilfarro que se generan a lo largo de un año en una casa, nos quedaríamos pasmados.
Por otro lado, la tacañería, es la extrema obsesión por ahorrar y reducir los costos, llegando al extremo de no gastar por ninguna circunstancia. Un ejemplo de esto, es el caso de un hombre tacaño, que lamentablemente sufre de una enfermedad que requiere de un tratamiento clínico, lo cual a perspectiva de él, no es suficiente motivo como para gastar su dinero. Esto lo lleva a una decadencia física que puede provocarle hasta la muerte.
¿Es necesario que seamos tan extremistas hoy en día?. A mi punto de vista, encuentro que de vez en cuando es bueno darse un gusto, gastando de cierto modo innecesariamente, un poco de dinero; y también es bueno ahorrar al máximo, porque así podremos acceder a lo que deseemos en un futuro próximo. Esto no necesariamente implica caer en los extremos, los que nos llevan al despilfarro o la tacañería.
Afortunadamente, me considero una persona neutra, en relación a estos ámbitos. Me gusta ahorrar, para así conseguir lo que quiero y nunca carecer en momentos de necesidad, como también me gusta gastar en uno que otro detalle.
Concluyendo este tema, me gustaría aconsejarle al lector, que aproveche moderadamente lo que tiene, porque la vida es corta y cuando nos vamos de este mundo, todo lo que ahorramos en un momento, no lo podremos disfrutar después.



Paulina Fernandez Rosas
IIIº Año Enseñanza Media
Blas Pascal School

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